Martes 19 de noviembre - Semana vocacional

Una antigua alumna nos ha escrito su testimonio para esta semana vocacional:


Soy una ex alumna de ese Colegio y me gustaría hablaros de la vocación como “Inclinación a un estado, una profesión o una carrera”

En mi caso la vocación no fue temprana, hasta que no fui mayor no tuve claro qué era lo que realmente me gustaba, pero una vez lo encontré supe inmediatamente que era eso.

Yo no soñaba con ser fotógrafa, nunca tuve mayor interés en la fotografía ni me llamaba la atención ver a mis padres hacer fotos. Sin embargo sí he tenido siempre un interés artístico, desde pequeña me han gustado la Danza y el teatro, he bailado desde los 3 años hasta los 15 y si lo pienso un poco seguramente ese interés artístico me ha ido dirigiendo hacia la necesidad de expresarlo. Por lo tanto podríamos decir que el inicio de mi vocación estaba ahí pero yo aún no era capaz de sentirlo.

Durante los años de instituto, me era difícil lograr encontrar mi vocación, tenía algunos amigos que ya tenían claro a qué se querían dedicar pero yo sin embargo no me sentía identificada con ninguna profesión tradicional, ni tampoco con las materias estudiadas en el colegio. Esta situación era difícil para mí porque no encontraba mi lugar a la hora de hablar de un futuro real, incluso llegué a pensar que no iba a encontrar nunca la carrera adecuada para mí. Y de pronto surgió la opción de asistir a una clase extra-escolar de mi Instituto, yo había dejado de bailar por culpa de una lesión y al tener más tiempo libre pude apuntarme a fotografía. Empecé a hacer fotos con el móvil, ya que comprarme una cámara era muy caro y realmente no sabía si me gustaba o era un simple capricho, a medida que fui asistiendo a más clases mi profesor se dio cuenta de que a pesar de hacer las fotografías con el móvil, yo tenía ojo para la fotografía. Él me inspiró mucho y me animó a seguir adelante con la fotografía.

Con el paso del tiempo iba notando que era eso a lo que me quería dedicar, no era una carrera de las “normales” ni me aseguraba un trabajo convencional pero sentía que era eso, por fin encontré mi vocación, aquello a lo que me quería dedicar. De pronto me encontré con qué en todo veía una fotografía, un encuadre, una luz. No importaba si iba o no con mi cámara, las fotografías estaban allí esperando a que yo las hiciese.



Actualmente estoy estudiando, casi terminando ya, mis estudios en Iluminación e Imagen y puedo asegurar que he encontrado mi vocación. Sé perfectamente que la persona está por encima de la profesión que ejerce pero creo que el hecho de sentirse a gusto con lo que realiza día a día ayuda a encontrar satisfacción en otras parcelas de la vida. Evidentemente la vocación no es necesaria para ejercer una profesión pero, en mi opinión, influye positivamente en su desarrollo y el éxito que podamos tener en la misma ya que para mí el éxito profesional no está en ganar mucho dinero, ni en tener un puesto de trabajo de los que algunos consideran seguros, para mí el éxito profesional está en encontrar un lugar en el cual uno se sienta satisfecho y lograr que tu profesión no sea tanto un trabajo como un medio a través del cual puedas ser feliz ganándote la vida.

Este testimonio es de una joven como vosotros que ha buscado su lugar en el mundo.
¿Ha habido algo que te haya sorprendido?
¿Hay algo que te recuerde a ti misma?

Cierra los ojos y por un momento piensa qué es lo que te gustaría hacer de mayor, a qué te gustaría dedicarte. Imagínate en esa situación.

Dejamos un minuto para visualizarlo.

Piensa en cómo te sentirías estando así.

Ese es tu sueño, #HazloPosible.


Buenos días.





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