7 de octubre: la realidad y los problemas de otros

Atento al siguiente cuento.
Un ratón, mirando por un agujero en la pared ve a un granjero y su esposa abriendo un paquete… Pensó mas tarde  qué tipo de comida podía haber allí. Quedó aterrorizado cuando descubrió que era una ratonera. Fue corriendo al patio de la Granja a advertir a todos: “¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera en la casa!”

La gallina, que estaba cacareando y escarbando, carecía por completo de empatia y levantando la cabeza  dijo: “Discúlpeme Sr. Ratón, yo entiendo que es un gran problema para usted, más no me perjudica en nada, no me incomoda.”

El ratón fue hasta el cordero y le dice: “¡Hay una ratonera en la casa, una ratonera!” “Discúlpeme Sr. Ratón, más no hay nada que yo pueda hacer, a no ser orar.Quede tranquilo que el señor será recordado en mis oraciones.”

El ratón se dirigió entonces a la vaca. “¿El qué, Sr. Ratón? ¿Una ratonera? ¿Pero acaso, estoy en peligro? ¡Pienso que no!”

Entonces el ratón volvió para la casa, cabizbajo y abatido, para encarar a la ratonera del granjero. Aquella noche se oyó un gran barullo, como el de una ratonera atrapando su víctima. La mujer del granjero corrió para ver lo que había atrapado. En la oscuridad, ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una cobra venenosa. La cobra picó a la mujer. El granjero la llevo inmediatamente al hospital. Ella volvió con fiebre.

Todo el mundo sabe que, para alimentar alguien con fiebre, nada mejor que una sopa. El granjero agarró su cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina.

Como la enfermedad de la mujer continuaba, los amigos y vecinos fueron a visitarla. Para alimentarlos, el granjero mató el cordero.

La mujer no mejoró y acabó muriendo. Mucha gente fue al funeral.El granjero entonces sacrificó la vaca para alimentar a todo el pueblo.

El que quiera puede comentar lo que cree que dice este cuento.




A veces no hacemos caso a los problemas de otros porque directamente no nos afectan, porque nos parece que son lejanos a nosotros, . incluso  los de gente de nuestro alrededor. Creemos que el problema es suyo y no tiene que repercutir a nuestra vida.
Un caso que sale ahora mucho en las noticias de todos los medios es el problema de los refugiados de Oriente Próximo en Europa. La guerra de Siria, el Estado Islámico, el conflicto de Afganistán, nos parecían lejanos y que era un problema a resolver en su origen. Cuando las fronteras de Europa se han empezado a llenar de refugiados que llegan de cualquier forma, ya se ha convertido en un problema de toda Europa.

A parte de que nos pueda repercutir el problema, lo bonito de preocuparse por los problemas de otros es que ayudando a los demás es como voy a ser feliz, no porque su problema no me afectará, sino porque amando a todos es como se es una persona plenamente feliz.

Y tú, ¿ayudas a solucionar los problemas de otros?

Buen día.


Fuente del cuento: http://alejandrofariña.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario