Martes 27 de Octubre - ¿QUIENES SON LOS SANTOS?

Hola, me llamo Sor Lola y este curso “soy nueva” en este colegio. Hace poco tiempo me pidieron que preparase unos Buenos días para preparar la fiesta de Todos los Santos.
Nos hacemos una pregunta:

¿QUIENES SON LOS SANTOS?

Al principio me pareció un poco difícil, pero pensando en Madre Mazzarello dije: no es tanto, porque ella siempre hizo alusión a que “La santidad consiste en hacer las cosas “ordinarias, extraordinariamente bien hechas”. Tú y yo tenemos una gran facilidad de poder hacernos santos. Es decir SI a Dios en aquellas situaciones que se nos presentan y que a veces no nos gustan nada. ¿Te das cuenta de que si te cuesta venir a clase cada mañana y tratas de superarlo y aprovechar el día te estás haciendo santo?

Para los católicos, los santos forman la llamada Iglesia triunfante; es decir, los que ya están en el cielo y se convierten en nuestra ayuda, ellos piden por nosotros a Jesucristo, por los vivos en la Tierra: Es la llamada comunión de los santos. Todos ellos, incluso los que no han sido oficialmente reconocidos como tales, tiene su festividad conjunta en el Día de Todos los Santos, que se celebra el 1 de noviembre y que para los católicos representa que, más allá del número de personas canonizadas (es decir, “los que son oficialmente reconocidos como santos), hay abundantes cristianos, que han alcanzado el ideal de comunión con Dios.

Aunque los antiguos santos eran declarados como tales por los obispos, el procedimiento, a lo largo de los siglos, se ha ido centrando en Roma y, desde hace un milenio, solo el Papa puede celebrar canonizaciones. 

Hoy vemos a los santos de otra manera a como se les veía hasta el siglo pasado. El culto que se les solía rendir se ha ido matizando y sus imágenes son más utilizadas como ejemplos que como intercesores. El Papa Benedicto XVI afirma:

«El santo es aquel que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad que estas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado al prójimo.»

Es decir, santo es quien deja que Dios le ayude a serlo; se toma en serio lo que nos dice en su Evangelio; quiere parecerse a Él y ama; ama mucho; como hizo Jesús, hasta dar la vida.

¿Te animas a tomártelo en serio?

Vamos a terminar con esta sencilla y profunda alabanza: ¡Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo! Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. 
Amén.

¡Buenos días!

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