Viernes 27 de Abril - La vid y los sarmientos


¡Buenos días!

     Vamos a leer el Evangelio de este domingo. Intenta escucharlo sin prejuicios, deja que Jesús te hable y encuentra en sus palabras un mensaje de ayuda, dirigido expresamente a ti.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
–Yo soy la verdadera vid y mi Padre es el labrador.
A todo sarmiento mío que no da fruto lo poda para que dé más fruto.
Vosotros estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él; ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada.
Al que no permanece en mí, lo tiran fuera, como al sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden.
Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pediréis lo que deseéis, y se realizará.
Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.”

REFLEXIÓN: 
¿Alguna vez te has propuesto ser perfecto en todo lo que haces? 
Si lo has conseguido… ¡dinos cómo! 
Si no, no tienes por qué sentir frustración. En todos y cada uno de nosotros, también en ti, hay una parte maravillosa y el mundo necesita que salga a la luz. Claro que también hay otras cosillas que siempre podemos mejorar.
Tú decides qué aspectos de ti mismo convendría cambiar o dejar atrás, como los sarmientos de la vid. Tú decides qué parte de ti quieres que dé fruto y se multiplique. Haz que lo mejor de ti mismo crezca, y compártelo con los demás. 

¡Feliz fin de semana!


Buenos Días elaborados por la Comisión de Deporte

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