Jueves 8 de enero. Nos han traído muchos regalos...

¡Buenos días y feliz año 2015 a todos! ¡Ya estamos de vuelta! Hoy es día para compartir experiencias, para recordar, para proyectar...y para ilusionarnos con un nuevo comienzo. 


Seguro que los Reyes nos han traído muchos regalos...pero tal vez se nos haya olvidado abrir y descubrir alguno de los más importantes. Esta carta nos recuerda dónde nos han dejado algunos de ellos.


Nos han traído muuuuchos regalos

Te traemos ALEGRIA. Ya sabemos que, en muchas ocasiones, avanzas cabizbajo y triste. Que te preocupa la situación de tu entorno y del mismo mundo. La alegría, aunque sea un bien escaso, viene por un gran torrente que se da en las personas buenas.

Te dejamos VALOR. En varios momentos, la rectitud, se convierte en enemiga del pillaje. Ante la debilidad o la incertidumbre te vendrá bien para hacerles frente.

Te obsequiamos FE. En nuestras subidas y bajadas a las casas, percibimos una cosa: el hombre está tremendamente solitario. En un rincón te hemos dejado “fe”. Te garantizamos que, con ella, nunca te encontrarás solo.

Te inyectamos un poco de AMOR. Por experiencia, aunque seamos reyes, sabemos que, quien ama, sufre. También, en propias carnes, para llegar hasta Belén tuvimos que esquivar varios inconvenientes. Luego vimos que, el amor, lo multiplica y satisface todo.
 
Te regalamos un vaso de SENSIBILIDAD. Constatamos que, por diversas causas, en el mundo se llora mucho pero, a veces, las lágrimas se quedan sólo en eso. La sensibilidad que te traemos, tal vez, no te hará llorar pero sí te empujará a trabajar en contra de aquello que consideres injusto.
 
Si buscas hoy, en el fondo de tu corazón, verás que te hemos puesto un nombre: DIOS. Nos extraña tantos que dicen ser sus hijos, pero, por otro lado, les cuesta dar la cara por El. Es el regalo del que más nos cuesta desprendernos. Aprovéchalo.
 
Debajo de tu almohada depositamos LA VERDAD. No te dejes vencer por las verdades a medias que son grandes mentiras. El decir las cosas a la cara puede llevar a un gran disgusto. El no decir la verdad puede generar un maremoto de complicaciones.
 
En la sala de estar, te hemos confiado la SINCERIDAD. Ya sabemos que muchos dicen que “hay que ser sinceros”. Pero, amigo, ser sincero no es lo mismo que abrir el corazón. A veces, en nombre de la sinceridad, sólo se busca el hacer daño buscando la debilidad del otro. Cuando hables…piensa lo que dices y, si de verdad, es sentimiento noble de tu corazón.
 
Nos ha costado entrar en tu hogar. Hemos comprobado que, prácticamente, tenías de todo. Por ello mismo, y visto lo visto, te damos lo que –sin ella- nada de lo que posees te dará la felicidad: SALUD. Con ella disfrutarás, incluso, de lo que no tienes. Sin ella, hasta la mayor riqueza te producirá ansiedad y desdicha.
 
Cuando te encuentres airado, violento, fuera de ti mismo, sube a lo más alto de tu casa. Allá arriba, en un rincón, hemos dejado el don de la PAZ. Ella, por ser una meta difícil de alcanzar y puesta en lo más alto de la cumbre, te hará erguir tu cabeza para pedírsela a Dios.

Siempre, tus amigos y reyes.

Fuente: http://reflejosdeluz11.blogspot.com.es

Escucha este fragmento del Evangelio:

Por entonces sucedió que unos magos de oriente se presentaron en Jerusalén preguntando: ---¿Dónde está el rey de los judíos recién nacido? Vimos su estrella en el oriente y venimos a rendirle homenaje. Al oírlo, el rey Herodes comenzó a temblar, y lo mismo que él toda Jerusalén. Entonces, reuniendo a todos los sumos sacerdotes y letrados del pueblo, les preguntó en qué lugar debía nacer el Mesías. Le contestaron: ---En Belén de Judea, como está escrito por el profeta: Tú, Belén, en territorio de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe, el pastor de mi pueblo Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, les preguntó el tiempo exacto en que había aparecido la estrella; después los envió a Belén con este encargo: ---Averiguad con precisión lo referente al niño. Cuando lo encontréis, informadme a mí, para que yo también vaya a rendirle homenaje. Oído el encargo del rey, se marcharon. De pronto, la estrella que habían visto en oriente avanzó delante de ellos hasta detenerse sobre el lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de una inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con su madre, María, y echándose por tierra le rindieron homenaje; abrieron sus arquetas y le ofrecieron como dones oro, incienso y mirra. Después, advertidos por un sueño de que no volvieran a casa de Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.

Tiempo de silencio: ¿qué podrías regalarle tú a Jesús?

MARÍA, AUXILIADORA DE LOS CRISTIANOS...

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