Jueves 29 de enero. Paz.

Buenos días. Mañana se celebra el día mundial de la no violencia. Hay muchos lugares donde se manifiesta la violencia y muchos tipos de ella: violencia doméstica, violencia de género, violencia en el deporte, violencia psicológica, violencia verbal o física. En todas ellas hay una agresión contra otra persona o contra los bienes personales o sociales y no deja de ser un fracaso en la capacidad de resolver los problemas por medio del diálogo. A lo largo de la historia hay muchas personas que se han destacado por la no violencia. 

Mañana se celebra el  Día Escolar de la No Violencia y la Paz. Se celebra el 30 de enero por ser el aniversario de la muerte de Mahatma Gandhi, un claro exponente de la búsqueda de la paz.


El día antes de la fiesta de Don Bosco no podemos dejar de hacer un homenaje a nuestro santo, también en este aspecto. Cuando Juan Bosco tuvo el sueño de los 9 años, soñó que utilizaba los puños y las peleas para hacer justicia, para defender sus valores y sus objetivos pero la Virgen María se le apareció en ese sueño y le indicó que ese no era el camino: “¡No con golpes! Sino con la mansedumbre y la amabilidad podrás ganarte su corazón”. Esas palabras hicieron de Don Bosco un hombre de paz, de amabilidad, de cariño expresado, y por eso mismo comentamos el lunes pasado que había elegido como patrono de los Salesianos al santo de la amabilidad, San Francisco de Sales. Piénsalo bien, no uses la violencia, no es de inteligentes, no es de buenas personas, la violencia no te traerá más que problemas merecidos. Que disfrutes mañana de la fiesta de Don Bosco. No olvides que también Tú puedes ser como él.




Terminamos con esta oración:

Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. 
Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. 
Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón.  
Que allá donde hay discordia, yo ponga la unión. 
Que allá donde hay error, yo ponga la verdad.  
Que allá donde hay duda, yo ponga la Fe.  
Que allá donde desesperación, yo ponga la esperanza.  
Que allá donde hay tinieblas, yo ponga la luz.  
Que allá donde hay tristeza, yo ponga la alegría. 
Oh Señor,que yo no busque tanto ser consolado, cuanto consolar,  
ser comprendido, cuanto comprender, ser amado, cuanto amar.  
Porque es dándose como se recibe,  
es olvidándose de sí mismo como uno se encuentra a sí mismo,  
es perdonando, como se es perdonado,  
es muriendo como se resucita a la vida eterna.
María Auxiliadora de los cristianos...

Fuente: www.donbosco.es

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