Martes 20 de enero. ¡Es tiempo de hacer el bien!

¿TIEMPOS DIFÍCILES?....¡Tiempos de hacer el bien!



D. Bosco es un santo, se cuentan de él incluso algunos milagros; pero D. Bosco es un hombre con un ideal y un proyecto claro.
En el año 1848 D. Bosco trataba por todos los medios de dar estabilidad a la obra emprendida en Valdocco y buscaba maneras nuevas de acompañar a sus muchachos y ayudarles a crecer y madurar como personas y como cristianos. Sin embargo el día a día no estaba exento de dificultades que hacían muy duro el camino, pero  es valiente y no se rinde ante ningún obstáculo.
Fijaos lo que aconteció un día. Nos lo cuenta él mismo en las Memorias del Oratorio:

Había muchachos que congregándose en varios puntos de la ciudad, en las calles y en las plazas, consideraban lícito cualquier ultraje al sacerdote o a la religión. Yo mismo fui agredido varias veces en casa y en la calle. Cierto día mientras enseñaba el catecismo, entró una bala de fusil por la ventana; me perforó la sotana, entre el brazo y las costillas, y abrió un gran agujero en la pared. En otra ocasión, un sujeto bastante conocido, a pleno día y encontrándome en medio de un grupo de niños, me agredió con un largo cuchillo en la mano… Resultaba, pues muy difícil  dominar a tan desenfrenada juventud.


D. Bosco con gran tenacidad y optimismo fue capaz de plantarle cara a la desolación y ponerse manos a la obra. Ofreció a los jóvenes un hogar, una familia, talleres, escuela, contratos de trabajo y la propuesta de CREER EN JESÚS… En ese mismo año  escogió a un buen grupo  y les ofreció la posibilidad de vivir una experiencia de Ejercicios Espirituales… y la experiencia resultó tan bien  que a partir de entonces se repitió cada año. Y de aquel puñado de jóvenes surgieron los primeros colaboradores que hicieron llegar año tras año hasta nosotros este sueño de D. Bosco de hacer de los jóvenes “BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS”-

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