Jueves 7 de mayo. DOMISAL: ¡MÓJATE!

 JUEVES: Cara a cara con la realidad

El lunes comentábamos lo que supone para nosotros vivir sin agua potable en casa, el martes y ayer veíamos las situaciones en las que viven las familias de El Salvador, hoy queremos continuar haciendo referencia a la campaña misionera en nuestro centro: el DOMISAL. Esta  campaña persigue concienciarnos todos y todas de la importancia que tiene disponer de los recursos naturales que nos ofrece nuestro planeta, que Dios nos ofrece, y que debemos cuidar, proteger y compartir.  Queremos que conozcas de primera mano la realidad de la Comunidad El AMATE en el Salvador, donde este bien es caro y escaso.

Esta es la realidad que se vive en la comunidad (barrio) El Amate 1, donde 100 familias, cada una compuesta por una media de 5 niñas/os y 2 adultos (no siempre padre y madre).  El porcentaje de madres solteras y abandonadas es casi de un 80%, y en muchos casos la mujer pasa a ser la cabeza del hogar y la única responsable de la manutención y educación de sus hijos, esta situación se agrava por la falta de estudios. Además, la situación empeora por el alto coste de la vida, debido a corrupción de las autoridades y las estrategias  políticas y económicas presentes en el país.
Es una comunidad con condiciones de salubridad precarias, con problemas de  desnutrición infantil y materna, las muertes se dan  a causa de enfermedades que podrían ser fácilmente curadas (diarrea, bronquitis, amebiasis, etc.) muchas de ellas vinculadas a la falta de agua potable.

Algunas preguntas para la REFLEXIÓN:

·      ¿Cómo podemos concienciarnos de esta situación si lo comparamos con nuestra forma de vida?
·      ¿Cómo podemos ayudar?

Señor, enséñame a no contentarme con amar a los míos.
Enséñame a pensar en todos los demás;
a amar a aquellos que nadie ama.
Haz que sienta el sufrimiento de los demás.
Dame la gracia de comprender que
en cada minuto de mi vida feliz y protegida por ti,
hay millones de hombres y mujeres hermanos míos
que mueren de frío y de miseria sin merecerlo.
Ten piedad de todos los pobres del mundo.
Perdónanos por haberlos olvidado.
No permitas que pretenda ser feliz únicamente para mí.
Dame la angustia de la miseria del mundo.
Que mi oración y mi trabajo de hoy ayuden
a que la angustia y la miseria disminuyan
y que mi corazón se abra al amor verdadero.

Amén.

"Estamos llamados a ser personas-cántaros para dar de beber a los demás.
 A veces el cántaro se convierte en una pesada cruz, pero fue precisamente en la cruz
donde, traspasado, el Señor se nos entregó como fuente de agua viva.
¡No nos dejemos robar la esperanza!"
Papa Francisco


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