Jueves 20 de noviembre – Pequeños gestos, grandes cambios

A veces pensamos que para cuidar el medio ambiente necesitamos hacer grandes sacrificios, pero la verdad es que los pequeños gestos cotidianos son los que realmente transforman el mundo.

Separar residuos, reutilizar materiales, ahorrar agua, evitar el desperdicio… son actos sencillos que, sumados, tienen un impacto enorme.

Cada pequeño gesto es una semilla de transformación. Cuando cuidamos el entorno, no solo empleamos herramientas ecológicas, sino también valores cristianos: responsabilidad, solidaridad, respeto.

Estos gestos, aunque parezcan insignificantes, tienen el poder de contagiar y multiplicarse. En el aula, en casa, en la calle… cada acción cuenta. Que hoy podamos vivir con la certeza de que el amor por la creación se expresa en lo concreto, en lo cotidiano, en lo que está al alcance de nuestra mano.



Don Bosco decía: “La santidad consiste en estar siempre alegres y hacer bien lo que se debe hacer”. Hoy, hacer bien lo que debemos incluye cuidar el entorno que nos rodea. Cada acción ecológica es una forma de vivir con responsabilidad, alegría y fe.


 



Reflexión del día: ¿Qué pequeño gesto puedo incorporar hoy en mi rutina para vivir con más conciencia ecológica?


  

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